Llega marzo y con él empiezan a florecer los alyssum. Esto nos trae dos buenas noticias, la primera, que en Germinando hemos pensado que es un momento genial para lanzar nuestra serie de post ‘Horticultura y jardinería para dummies’; la segunda, que gracias a estas flores se hace un fuerte efecto llamada de los sírfidos, unos grandes polinizadores.

Pero como indica el nombre de esta serie, vamos a ir por partes, que acabamos de lanzar dos conceptos que, para los que no estamos familiarizados con los huertos y el cuidado de las plantas, suenan como a esperanto.

Las alyssum maritima (o lobularias) son plantas tapizantes, primas lejanas de las coles, típicas del clima mediterráneo que florecen desde marzo hasta octubre o, incluso, pueden verse todo el año si no se producen heladas. Además, son muy resistentes a las sequías, se reproducen fácilmente por semilla y se pueden ver de color blanco y morado.

Otro de los signos diferenciadores de esta planta y que nos trae hoy aquí es su olor. Sus flores desprenden un aroma que recuerda a la miel y hace de efecto llamada para los polinizadores, en este caso, nos vamos a fijar en los sírfidos.

Estos insectos son pequeñas moscas con ‘disfraz’ de avispa que polinizan las flores cuando se alimentan de su néctar. Si hiciéramos un ranking en polinización, ¡son los segundos por detrás de las abejas! Además sus larvas son grandes controladoras de las poblaciones de pulgón.

¡Así que ya sabéis a plantar muchos alysum en vuestras huertas! De esta forma, conseguiréis que el resto de plantas den más frutos y ayudaréis a evitar posibles plagas de pulgón. Un win win en toda regla, vamos.