Si no conoces aún la stevia (Stevia rebaudiana) te estás perdiendo “La revolución dulce” que llegó a nuestros oídos de la mano de Vicent Pamíes que la rescató del agujero de plantas olvidadas antes que la industria azucarera y nos contó sus múltiples propiedades.
La stevia es un potente edulcorante natural sin calorías, que los indios guaranís masticaban por gusto al dulce. Las hojas de este arbusto, comidas en crudo o cocinadas, tienen un efecto vasodilatador, diurético y cardiotónico: se dice que regulan los latidos del corazón y que nutren al páncreas y al bazo, ya que contienen carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales. Pàmies asegura que Coca-Cola acaba de patentar la stevia para sus productos light.
La Stevia, planta de origen tropical (Paraguay), tiene un comportamiento distinto del natural en climas mediterráneos. Sus hojas se estrechan, engordan y aclaran. A partir de la primavera y casi hasta mediados de agosto, se puede reproducir por esquejes (caso similar al de los geranios).
Hay que tener en cuenta no plantar un rebrote que acabe en flor, porque nunca enraizaría. Por otro lado, los brotes de primavera y verano pocas veces suelen tener flor. Flores que, por otro lado, nunca darían lugar a semillas con poder de germinación, de ahí que la reproducción se haya de hacer por esqueje y no por semillas. De esta manera, si partimos de una buena variedad conservaremos siempre las propiedades medicinales.
Con un buen abono orgánico, es suficiente una aplicación al año al inicio de la primavera, si la planta esta plantada en el suelo, o añadir y renovar un 20-30 % de sustrato abonada si está en maceta.
La Stevia es una planta muy resistente a los insectos y los hongos, si no se abusa del riego y los abonos químicos nitrogenados. En caso que se observe algún pulgón o mosca blanca, se recomienda hacer tratamientos con extracto de ajo, aceite de Neem u otros productos autorizados por la Agricultura Ecológica. Si se observa a alguna oruga, no es necesario aplicar ningún tratamiento, excepto cuando el ataque es muy fuerte, caso en que se recomienda tratar con preparados hechos con Bacillus thuringiensis (es un insecticida ecológico que no requiere plazos de seguridad).
Con estos tratamientos nos aseguramos una recolección de hojas sin toxinas, permitiendo obtener todas las propiedades medicinales que la planta contiene.
Con un buen abono orgánico, es suficiente una aplicación al año al inicio de la primavera, si la planta esta plantada en el suelo, o añadir y renovar un 20-30 % de sustrato abonada si está en maceta.
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