Los huertos escolares son laboratorios vivos que nos permiten no solo conocer de dónde vienen alimentos tan básicos como verduras, hortalizas y plantas aromáticas, sino también cultivarlos y recolectarlos. Además, son espacios donde admirar la Naturaleza y su curso, un recurso pedagógico de alto valor donde los aprendizajes están asegurados. En ese sentido, os contamos cómo ha sido el último trimestre en el Aula de la Naturaleza y los huertos escolares del Distrito de Salamanca (Madrid), marcado por la llegada del plantel de primavera-verano y su plantación, además del aumento considerable de las temperaturas.
Observamos también como, con la llegada de la primavera, las flores nos sorprendían con sus vivos colores y los insectos empezaban a estar mucho más activos de lo que estaban en los meses anteriores. En las primeras sesiones, nos dedicamos a preparar el huerto para la plantación del plantel estival, cosechando las plantas más rezagadas y labrando el suelo. Estuvimos revisando el riego para que fuera lo más eficaz posible y así evitar la pérdida de agua, el bien más preciado en la época más calurosa del año.
Colegio Trilema SAFA: al rescate de un pollito de pavo real
Tuvimos un par de jornadas dedicadas a la plantación y siembra de algunas semillas que disfrutamos un montón y contamos con la ayuda de los abuelos y abuelas del Centro de día “El bosque”, que nos han acompañado durante todo el curso y de los que hemos aprendido muchas cosas. Como anécdota, indudablemente, cabe comentar el rescate que hicimos de un pollito de pavo real que se coló entre el tejado y la valla del huerto. Intentamos hacerlo por nuestros propios medios, subiéndonos con una escalera, pero el pollito estaba muy asustado y no se dejaba coger. Al final tuvimos que llamar a los bomberos, que vinieron enseguida, rescataron al pollito y nos enseñaron todo su equipamiento y qué hacer en caso de emergencia. Era la primera vez que muchos niños y niñas veían bomberos de verdad, sin duda, algo que recordarán siempre.
Colegio Trilema Avenida de América: diseñando el sistema de riego
Hemos pasado grandes momentos tanto alumnos y alumnas como el profesorado y la educadora. La cercanía y el interés demostrado en el huerto han hecho los aprendizajes mucho más provechosos. Dedicamos alguna jornada a plantar las plantas de verano, rellenamos un nuevo bancal con sustrato e, incluso, diseñamos el sistema de riego y lo colocamos. Aprendimos sobre la biodiversidad y la importancia de preservarla. Pusimos la mirada en el cielo, donde volaban sin descanso los vencejos y aprendimos qué debíamos hacer si encontrábamos alguno que estuviese herido. Acabamos con la triste noticia del cierre del colegio y deseamos que tanto al alumnado como al profesorado les vaya muy bien allá donde vayan.
Colegio Jesús María: polinizadores y artrópodos al descubierto
Recibimos la primavera con la plantación de flores de diferentes colores que alegraron el huerto. Aprendimos de la importancia de la primavera y de los insectos polinizadores más allá de las abejas que tanto nos gustan. Cosechamos las últimas zanahorias y vimos que no todas tienen la misma forma que encontramos en el supermercado, pero que están igual de ricas. Nos sorprendimos con los diferentes artrópodos que hay, y que tienen que ser respetados porque todos son importantes. Llevamos a casa algún consejo para invitar a las polillas a irse por la ventana en lugar de asustarnos y hacerles daño. Más de uno se quedó impresionado con la diversidad existente también en el mundo animal y aprendió palabras nuevas y difíciles como “escolopendra”. A diferencia de los otros trimestres donde llovió en numerosas ocasiones, esta vez tuvimos que hacer frente al calor sofocante del huerto en los últimos días, pero nada impidió disfrutar de estar al aire libre y aprender sobre los secretos de la naturaleza.
Colegio CEIP Guindalera: el enorme níspero nos da sus frutos
En el huerto de Infantil se respiraba la vida de la primavera de una forma increíble. Los márgenes del huerto estaban llenos de colores de las flores y el hotel de insectos emanaba vida por cada uno de los recovecos donde habitaban mariquitas, abejorros, abejas o escarabajos. Una madre nos dio una caja de patatas con brotes listas para plantar y, al poco tiempo, teníamos el huerto lleno de plantas de patatas crecidas que cosecharemos el curso que viene. La producción de perejil dio para que cada niño o niña se llevara un ramito a casa. Además, aprendimos lo que eran los bulbos y enterramos muchos más por las márgenes del huerto para que el año que viene esté aún más florido. Nos entretuvimos mucho eliminando las hierbitas que salían al lado de los cultivos y vimos florecer los puerros, una auténtica pasada. En el huerto de Primaria seguimos con las labores para preparar el suelo y elevarlo lo máximo posible para poder plantar el plantel de verano. Disfrutamos de los frutos que nos dio el enorme níspero y probamos otras cosechas como la lechuga. el orégano o el perejil. Nos anunciaron una obra para hacer bancales y solucionar el problema de la dureza y profundidad del suelo, así que, para el curso que viene tendremos un huerto aún mas productivo y bonito.
Colegio Amador de los Ríos: clases de matemáticas en el huerto
Las primeras semanas tras volver de Semana Santa, el huerto estaba exuberante de las flores que habíamos plantado meses atrás, y hubo una gran variedad de cosechas que pudimos catar: entre ellas, las habas y los guisantes. ¡No nos imaginábamos que fueran a estar tan ricos crudos! También hubo una aparición de gran número de insectos en nuestro huerto que tuvimos la suerte de poder investigar en detalle con lupas. Además, los más pequeños pudieron utilizar también las flores y plantas para hacer unas pulseras de la primavera, mientras que los mayores nos dedicamos a poner en práctica las clases de matemáticas en el huerto y a comprobar que todo estaba correcto para cambiar de estación y plantar la huerta de verano.