Os contamos qué hemos hecho en el último trimestre en los huertos escolares de diferentes coles de Madrid a los que acompañamos en el diseño, implementación y ejecución de proyectos de huerto escolar desde la perspectiva de la agroecología escolar y la educación ecosocial. Como siempre, ha sido un curso con una gran cosecha en aprendizajes y saberes.
CEIP San Benito
El periodo de actividades ha sido corto pero muy intenso. Comenzamos las labores en el huerto durante este tercer trimestre. La primera tarea fue una limpieza exhaustiva del huerto, eliminando tanto basura como las plantas que habían sido plantadas anteriormente. ¡Parecía una selva! Durante esta limpieza, recolectamos una gran cantidad de perejil, hierbabuena y orégano, así como algunos brócolis que quedaban de la temporada anterior. Posteriormente, preparamos el suelo para recibir los planteles de primavera-verano.
Aunque todo parecía ir bien, un día nos encontramos con un gran misterio: algunas de las plantas que habíamos sembrado habían desaparecido. Decidimos convertir esta adversidad en un juego y nos convertimos en detectives de la naturaleza. Desarrollamos varias hipótesis y llegamos a la conclusión de que algún animalillo podría estar implicado en la desaparición de las plantas.
Además de resolver este misterio, aprovechamos para conocer más sobre la fauna asociada al huerto. Exploramos la diversidad de artrópodos, la importancia de las flores en primavera y el ciclo de vida de las semillas. Estas actividades nos permitieron aprender y disfrutar del entorno natural del huerto, fomentando un mayor respeto y comprensión del ecosistema que nos rodea.
CEIP República de Venezuela
¡Este tercer trimestre hemos disfrutado del huerto con todos los sentidos! Volvimos de las vacaciones de Semana Santa con los bancales a rebosar de flores y con una comunidad de invertebrados y aves muy variada que hemos podido apreciar. ¡Nos sorprendió mucho lo bonitas que son las flores de los ajos silvestres y la cantidad de polinizadores que atraen!
Tras cosechar las lechugas, guisantes, habas, borrajas, remolachas… y, por supuesto, probarlas, nos pusimos manos a la obra con la huerta de verano: sandías, melones, calabazas, judías, tomates de todo tipo y mucho más. No solo tuvimos que limpiar y preparar los bancales y plantar las plantas de verano, sino también cuidarlas realizando fitosanitarios ecológicos a base de ajo, controlando el pulgón, entutorando los tomates, quitando hierbas adventicias… ¡En los huertos grandes como el nuestro nunca faltan quehaceres! Además, hemos podido reflexionar mucho acerca de las formas de agricultura que existen en el planeta, y cómo podemos ayudar a este con huertos como el nuestro y con verduras que tienen formas “fuera de lo normal”.
¡Nos hemos despedido del huerto en un gran momento y esperamos con muchas ganas volver en otoño!
CEIP Ciudad de Zaragoza
El huerto escolar ha prosperado significativamente gracias a la colaboración y esfuerzo de todos los cursos, quienes se han dedicado a diferentes tareas para trabajar en conjunto como un gran equipo. Los niños y niñas de 4 años sembraron semillas y abonaron, mientras que los estudiantes de 1° de primaria prepararon soluciones ecológicas para controlar los pulgones. Por su parte, los alumnos de 3° y 5° se encargaron de planificar la huerta de verano y plantar tomates, berenjenas, pimientos y otras variedades.
Con la llegada del calor, hemos observado claramente el cambio de estación. Al principio, ver algunas flores primaverales secarse y el color del huerto transformarse a tonos más amarillos nos preocupó. Sin embargo, hemos comprendido que esto es parte del ciclo natural de las estaciones y hemos aprendido a apreciar la belleza de cada una, aunque no sean igual de verdes.
Los cursos de los más pequeños exploraron el huerto con lupas de exploradores, fabricaron pulseras primaverales con elementos naturales y descubrieron los detalles más minuciosos del entorno. Los mayores, por su parte, aprendieron a usar herramientas grandes de manera correcta y segura, aplicando sus conocimientos en un proyecto de restauración ecológica de una zona del colegio. Plantaron jaras, lavandas y otros arbustos, ayudándolos a resistir el verano mediante la modelación del terreno.
Como todo esfuerzo merece su recompensa, todos pudimos disfrutar de las deliciosas fresas de nuestro huerto, que estaban ¡riquísimas!
Nos quedamos con ganas de ver cómo la huerta de verano sigue creciendo y dando frutos. Esperamos poder regresar después del verano y disfrutar juntos de una gran ensalada con los productos de nuestro trabajo compartido.