Germinando en Cataluña
Hacía tiempo que queríamos hacer una visita a Cataluña para compartir experiencias y conocer iniciativas similares a las que conocemos y en las que participamos como Germinando en Madrid, con el objetivo de generar redes de intercambio Madrid-Cataluña que pudieran enriquecer los procesos de ambos lugares.
El pasado puente de diciembre tuvimos la oportunidad de hacerlo: Andrea se lió la manta a la cabeza y disfrutó de un súper tour agroecológico, organizado por Germán Llerena, miembro de Gresc@ (Grup de Recerca en Educació per la Sostenibilitat, Escola i Comunitat), al que tuvimos la suerte de conocer en el encuentro de huertos ecodidácticos de Soria en junio. Ya le habíamos fichado al conocer su trabajo sobre agroecología escolar junto a Mariona Espinet (profesora en Didáctica de las Ciencias Experimentales en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona). Así nos lo cuenta Andrea:
Germán y Mariona, en una colaboración entre Ayuntamiento de San Cugat, Universidad Autónoma de Barcelona, y colegios y escuelas infantiles de San Cugat del Vallés, han sacado adelante durante los últimos años un grupo de trabajo en el que los equipos docentes de los centros participantes en el programa de huertos escolares del ayuntamiento y educadores/as agroambientales intercambiaron reflexiones y aprendizajes para la mejora del programa. En su web podéis echar un vistazo a todo lo que han ido haciendo, y que a nosotras nos encanta.
La visita comenzó con un tapeo junto a Germán, Mariona Espinet y Miquel Vallmitjana, profesor de la asignatura optativa de huerto para alumnos y alumnas de 1º ESO en el instituto Angeleta Ferrer i Sensat. Entre ricas tapas conversamos sobre dificultades y potencialidades del huerto en los institutos.
El segundo día comenzó con una visita a Mariona a la UAB, para conocer de cerca el convenio entre el Ayuntamiento de San Cugat, la Universidad Autónoma de Barcelona y los diferentes centros educativos de San Cugat, y ver de qué manera podrían sus aprendizajes en los últimos años servirnos de ejemplo en Madrid.
Continuamos visitando la finca que la cooperativa L’Ortiga lleva gestionando desde hace años en la Sierra de Collserola. Es el espacio Agrario de Cann Monmany que la gente de L’Ortiga ha ido recuperando desde los principios de la agricultura ecológica y la agroecología. Su proyecto combina proyecto productivo (cestas de consumo) junto a proyecto socio-educativo. Además de alucinar con la finca, en la que hay un gran trabajo con la tierra y sus ritmos, nos encantó todo lo que Alba nos contó sobre los diferentes proyectos educativos que dinamizan y llevan a cabo. Como nosotras, trabajan en huertos escolares, pero también, aprovechando la finca, han diseñado diferentes actividades relacionadas con la producción de alimentos y la agoreocología. Además también hacen formación para adultos, con proyectos sociales muy bonitos junto al Ayuntamiento.
Por la tarde fuimos a merendar con dos maestras que conocen de cerca los huertos escolares. Primero fuimos a ver a Carme Delgado, maestra jubilada que participó activamente desde los inicios en el proyecto de huerto escolar del colegio Turó can Mates. Carme tuvo claro desde el principio que el proyecto de huerto en la escuela era una oportunidad para el aprendizaje de toda la comunidad educativa («El niño necesita ver que el tomate no sale de la lata»). Lo importante era «crecer con el huerto» a través de la toma de decisiones conjuntas entre toda la comunidad educativa. Del programa de huertos escolares valoró el reconocimiento a los y las docentes participantes en el programa por parte del Ayuntamiento, lo enriquecedoras que eran las reuniones del grupo de trabajo y lo importante que es integrar a la educadora/or agroambiental (si existe) como una pieza más de la comisión de huerto. También nos contó alguna de las actividades estrella que hicieron en su cole, como el laberinto de aromáticas…
Después quedamos con Mercé Aguas, maestra en el cole Ciutat d’Alba. Ella destacó la importancia de la formación al profesorado y que esta formación debía ser «en xarxa»,en red. Es decir, entre el mismo profesorado involucrado, a través del intercambio de experiencias y la búsqueda colectiva de soluciones particulares a problemas comunes («..conocer las desgracias de los otros y hacerse fuertes haciendo equipo…»). Además valoró la formación y apoyo permanente al profesorado que decide apostar por este tipo de proyectos desde el equipo directivo y las instituciones.
El tercer día comenzó con una visita a La fábrica del Sol en Barcelona, donde Mireia Abril y Marta Vilar, del departamento de educación ambiental, encargadas del programa «Escolas +sostenibles». Ellas nos contaron cómo ha ido evolucionando el programa, cómo han conseguido acercarse a la soberanía alimentaria de los centros educativos a través de los eco-comedores, los diferentes procesos que han ido ocurriendo en torno éstos (como la aparición de grupos de consumo dentro de las AMPAS)… También hablamos de cómo conjugar los temas de alimentación con el huerto en las escuelas y nos dieron muchas ideas y recursos para apoyar los procesos que ya están ocurriendo aquí en Madrid.
Antes de comer, nos juntamos con Ana y Ricard, que trabajan en distintos huertos de centros participantes en el programa, dinamizando las actividades en el huerto escolar. Compartimos penas y alegrias del trabajo como educador/a en los huertos escolares: las dificultades, los diferentes modelos, anécdotas, algunas actividades estrella…Y nos comprometimos a volver a encontrarnos para seguir intercambiando.
Por último tuve la oportunidad de visitar a Ana Valderrama, una de las grandes figuras del programa de huertos escolares, pues ha dinamizado durante años el proyecto de huerto escolar del colegio Turó can Mates, que es una pasada. Ana nos contó cómo han conseguido que el huerto sea un elemento transversal en todo el centro, en el que el resto del equipo docente y la comunidad educativa se involucra y aprende de forma activa llevando a cabo proyectos como el de «El huerto solidario» (un proyecto de aprendizaje servicio que proporcionó alimentos a algunas familias durante el verano, cuando el comedor estaba cerrado). Su sonrisa, sus ganas de compartir y su pasión por lo que hace(mos) fue la guinda para un viaje perfecto.
De mi parte, y de todo el equipo de Germinando, GRACIAS DE CORAZÓN por esta oportunidad. Os esperamos [a todes!] por Madrid!!!
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