«Si en julio no truena, hambre en la aldea.»

Como siempre el refranero popular nos regala muchas pistas sobre la climatología y el huerto…¡Este año nos ha caído una buena tormenta!

Una de las características del mes de julio es el calor, que a muchos y muchas de nosotras nos hacen huir a montaña o playa en busca de ambientes más frescos. Las plantas del huerto y el jardín no pueden hacer lo mismo, por lo que tendremos que estar muy pendientes de que reciben la cantidad de agua necesaria para no sufrir demasiado el calor, pendientes también de causar el menor estrés hídrico posible a la planta. El riego, por tanto, es fundamental durante este mes.

Os contamos algunas cositas más de este mes.

Sobre el estrés hídrico y el riego. 

Hablamos de estrés hídrico cuando la demanda de agua es mayor que la cantidad disponible durante un periodo determinado, afectando a las funciones vitales, o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad. «Hay que hacer especial hincapié en los términos déficit hídrico y estrés hídrico, ya que se usan, por lo general, indistintamente pero definen diferentes situaciones: a medida que la cantidad de agua disponible en un suelo para las plantas se reduce (déficit hídrico), afecta el contenido hídrico de las plantas. Estas reducciones en el contenido de agua en los tejidos vegetales provocan alteraciones en los procesos metabólicos, originando efectos negativos en el crecimiento y desarrollo de las plantas (estrés hídrico).» Fuente.

Será importante aumentar el riego, así como controlar posibles fugas causadas por roturas de la instalación: el calor o las herramientas pueden hacer que las mangueras se rompan. Esas fugas pueden generar focos de hierbas adventicias competidoras, o facilitar la aparición de enfermedades fúngicas.

Atención al crecimiento de las plantas.

Con el calor aumenta la productividad y el crecimiento de los cultivos. Por eso es muy importante que estemos atentos/as a nuestros cultivos, revisando tutores, limpiando hojas viejas, podando para permitir que los frutos crezcan con más fuerza, etc. Tendremos que tener cuidado de recolectar a tiempo los frutos, sobre todo de aquellos cultivos que tengan tendencia a espigarse (lechugas, coles, acelgas…).

Es muy posible que comencemos a tener excedentes, y sea el momento de ponerse a investigar con la elaboración de conservas. Por ejemplo mermelada de pimiento o de acelga. Aquí algunos consejos.

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